Un hombre consumido

Al parecer todo había terminado
La inevitable caída en picada estaba llegando a su fin
Sin darme cuenta solo pude sentir como todo se derrumbaba.

Ante mis ojos las más horribles letras que jamás quise haber leído en mi vida,
Al terminar de leerlas mi sangre se congelo,
Un repugnante escalofrió recorrió mi cuerpo,
Las nauseas me invadían,
En mi boca un desagradable e insípido sabor que no puedo describir,
Tal cual como si mi boca se hubiese adormecido seco mi lengua.

No pude dejar de leer aquellas repugnantes palabras las cuales marcaban con bruto detalle sin la mas mínima delicadeza cuan grande era la mentira en la que ahora vivía.

Quise arrancarme los ojos del rostro
Sin embargo…
No pude
Lo único que podía salir de mi retorcido rostro eran lágrimas
Esa sensación salada en mi rostro quemaba cada parte de mí, desde mi espíritu hasta mi cuerpo.

No podía permitirme que nade me descubriera en tan mal estado,
Tenia que esconderlo,

pero ¿Como?
No había manera de decir nada, o suspirar siquiera, sin que lo notasen aquellas personas que me creían feliz...

¿Qué hice?

Llore en silencio,
Grite en silencio,
Me revolqué por dentro sin aparentar ni dar una sola pista sobre lo que pasaba en mi interior
Después de todo…
Estaba solo

Ahora ¿Que haré?
¿Todo terminará aquí?
Tenía tantas cosas por hacer…

Y aun puedo hacerlas
Si
Aun puedo dar mi última función, puedo dar mi ultimo destello cual estrella antes de desaparecer en la oscuridad del universo, puedo dar por ultimo lo mejor de mi y finalmente morir.

Un absurdo consuelo recorre mis pensamientos “Yo no falle” me decía a mi mismo, “yo lo di todo” y aunque lo único que recibiera fuera una detestable y funesta mentira; no me quedare con las ganas de haber dado algo más, porque lo di todo.

Entregue tanto de mí que ahora me encuentro consumido intentando despertar de esta tormentosa e implacable pesadilla con la muerte.